Los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de EE.UU. (USCIS) han anunciado una suspensión temporal de todas las solicitudes pendientes de beneficios para migrantes que se encuentran en el país bajo el programa de parole humanitario, conocido por sus siglas CHNV (Cubanos, Haitianos, Nicaragüenses y Venezolanos). La medida, que también afecta a refugiados ucranianos y a aquellos inmigrantes que han reunificado con sus familias en EE.UU., ha causado alarma entre miles de personas que dependen de estos beneficios.
La decisión, tomada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se justifica por una revisión interna para evaluar posibles riesgos relacionados con fraudes o amenazas a la seguridad nacional o pública. Según el DHS, la pausa es parte de un esfuerzo para garantizar la integridad del sistema migratorio del país y prevenir posibles abusos.
Entre los afectados por esta suspensión se encuentran migrantes que llegaron bajo el programa de reunificación familiar (FRP, por sus siglas en inglés), que permite la reagrupación de personas provenientes de países como El Salvador, Guatemala, Honduras, Colombia, Cuba y Haití. Además, se incluye a los aproximadamente 240,000 ucranianos que fueron acogidos por patrocinadores estadounidenses tras la invasión rusa de Ucrania.
El cambio ha generado preocupación en la comunidad migrante, que ahora enfrenta un panorama incierto respecto a su estatus migratorio. Los migrantes que ya se encontraban en el proceso de solicitar permisos de trabajo, protección temporal y otros beneficios esenciales se ven ahora en un limbo, con una espera indefinida para el avance de sus peticiones.
Esta pausa representa un giro significativo en las políticas migratorias bajo la administración de Joe